
Las diferencias entre sexos se interpreta ahora en algunos ámbitos como
imposición cultural, de tradiciones ya superadas, no como condición biológica.
Pero la realidad es otra. La ciencia ha establecido de manera abrumadora que el
cerebro del hombre y de la mujer son diferentes y que eso tiene repercusión en
nuestro comportamiento y manera de percibir la realidad e interactuar con
ella.
La ideología de género es un punto de vista (perspectiva) y conjunto de
ideas (ideología) que sostiene que las diferencias entre varón y mujer no se
deben a una naturaleza fija, sino que son construcciones culturales que
responden a estereotipos impuestos a lo largo de la historia. Por lo tanto, el
género asumido (su expresión a través de comportamientos) depende de la
autopercepción. No considera que varones y mujeres sean diferentes, sino que
existen espectros de género, independientemente del sexo biológico que cada uno
tenga. Pero que dice la ciencia :
•Todos nacemos con un sexo biológico que no se puede cambiar: hombre
(XY), mujer (XX).
•No se nace con un género. Sin embargo, hay tendencias y comportamientos
(expresión) que están determinados por el sexo biológico.
•La creencia que posea una persona de ser algo que él o ella realmente
no es constituye en el mejor de los casos un signo de pensamiento confuso.
La ideología de género, parte de un problema real: la consideración del
género (el entorno social de la sexualidad) en relación con el sexo biológico.
Sin ninguna duda, era necesaria una reconsideración del tratamiento del género,
porque estaba totalmente identificado con el sexo. En este sentido, se han
resuelto algunos problemas de intolerancia y de discriminación.
Cuando te hablan de ideología de género parece
que tienes que posicionarte a favor o en contra. ¿Es la ideología de género
“buena o mala”? ¿Favorece o perjudica a los niños?. El sano afán en la búsqueda
de la igualdad de derechos y dignidad de todas las personas nos puede facilitar
encontrar puntos comunes entre distintas posturas. Es necesario tener unas
premisas claras que transmitir a nuestros hijos. Para construir una
sociedad madura -sostienen- necesitamos que, desde ambas posiciones, aceptemos
que hay diferencias por el sexo, que hay diferencias de género aceptables
relativas a la cultura o costumbres, que hay otras diferencias de género no
aceptables, y que estas diferencias de sexo o de género no deberían implicar
diferencia alguna en la dignidad, derechos, poder o responsabilidades de cada
ser humano.

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